Os dejamos una entrevista realizada a Éric Gravel, director y guionista de A tiempo completo. Película que estrenamos en las salas de Proyecto Viridiana el 24 de marzo a las 19h (18h en Canarias) con posterior coloquio desde Alficine Augusta. Reserva ahora tus entradas para A tiempo completo.
¿Escribiste A tiempo completo pensando en Laure Calamy?
Cuando estaba escribiendo el guion, no tenía en mente a ninguna actriz en concreto. Pero cuando empecé a barajar opciones, me pareció que Laure encajaba a la perfección. Es una actriz extraordinaria, increíblemente versátil: ya sea en tragedia o en comedia, siempre es sobresaliente. Esa chispa que Laure imprime en sus papeles, aporta equilibrio a Julie, le permite mantener el aplomo a pesar de la mala racha que atraviesa.
El contexto profesional tiene mucho peso en la película. ¿Cómo se te ocurrió el trabajo de camarera de piso de hotel de lujo?
Quería que la protagonista tuviese un trabajo físico. Quería que Julie trabajase en el sector servicios, en algún tipo de empleo en que las cosas nunca se detengan, ni durante una huelga general. Me interesaba también la idea de la repetición en la vida cotidiana, de tener que repetir las mismas acciones hasta la saciedad en el trabajo y en casa, como estar atrapada en un trasiego continuo. Ese trabajo me permitía mostrar el perfeccionismo y la autoexigencia de Julie. El puesto de jefa de camareras en un hotel de lujo no es fácil: requiere conocimientos y aptitudes específicas, tareas y acciones concretas y códigos por los que hay que regirse. El resultado tiene que ser perfecto, un trabajo impecable. Cuando nos preparábamos para la película, Laure y algunas actrices más se apuntaron a una formación de camareras de piso con trabajadoras reales que les explicaron y detallaron las tareas paso por paso.
A tiempo completo juega con el ritmo del día y, sobre todo, con el de la noche.
Mi historia tenía que transcurrir en otoño o a principios de invierno, ese momento del año en que estás inmerso en la rutina del trabajo, muy lejos ya de las vacaciones estivales, y en que las noches son más largas. Si vives lejos de tu lugar de trabajo, sales de casa muy temprano y vuelves muy tarde. Julie sale de casa y llega cuando todo está oscuro, y eso me permitió transmitir la longitud de los días y, por tanto, la difícil logística que es cuidar de los niños, así como las desventajas de la vida en las afueras. Esta relación con el tiempo también me brindó la posibilidad de mostrar el alba y el ocaso en el transporte público, estructurando los días que se suceden unos a otros a una velocidad vertiginosa y sin perder el pulso de la historia.
La música tiene un papel importante en tu película. Transmite una tensión muy particular.
A tiempo completo es una película sensorial. Ese telón de fondo musical en el que resuena la estresante vida de Julie es lo que la convierte casi en una película de género. Desde que empecé a escribirla, tenía claro que quería una banda sonora electrónica, con un ritmo repetitivo que reflejase ese latido interno del personaje, su tiempo y la repetición de su propia vida. Es como su música interior, una sucesión de ondas que nos introducen en su experiencia. Tenía muchas ganas de trabajar con algún artista de la escena electrónica que imprimiese su propia huella a la mezcla, y la música de Irène Drésel ya tiene intrínseca esa misma tonalidad. Primero monté la película sin música, únicamente con el ritmo del personaje. De esta manera, Irène tenía una página en blanco sobre la que trabajar, sin que yo le impusiera en absoluto el tono, al contrario, dándole la libertad para componer con su propio sonido.
En tu manera de grabar y dirigir, te quedas siempre sumamente cerca de tu protagonista.
Quería que la cámara se moviera inquieta, que captase todos sus movimientos, que la siguiese y la persiguiese, retratando así su estado de ánimo. Quería seguirla como si fuese una película de acción, lo más de cerca que pudiese, para captar todo tipo de movimientos, de los más sutiles a los más abruptos, incluso en planos con travelling o con zoom. En muchas ocasiones, el campo de visión se reduce a ella y, así, todo lo que la rodea queda fuera de plano: queda en el plano sensorial. También uso bastante las distancias focales largas, sobre todo, cuando está en la calle.
Es un recurso sencillo para añadir densidad a París y que genere más ansiedad, porque así es como se siente Julie en la ciudad: cada vez que se baja del tren, recibe inmediatamente su bofetada. Esa es también la razón por la que quiere otra vida para sus hijos. Ella quiere mantener, le cueste lo que le cueste, su puerto seguro en un lugar más apacible, donde el ritmo imperante no sea tan deshumanizador. Quería que el público entendiese eso sin juzgarla.
En A tiempo completo retratas a un personaje que está en movimiento constante.
Es una luchadora. Para ella, todo medio está justificado, aunque a veces signifique alterar ligeramente la verdad. Julie es una heroína de lo cotidiano y quería mostrar todas sus facetas: la vemos con sus hijos, con sus compañeras, con sus amigas, en una entrevista de trabajo. En cada ocasión es una mujer distinta, y ella es la suma de todas esas mujeres. Tiene sus defectos, puede ser su peor enemiga, y puede ser tenaz hasta el punto de ser tozuda. Es tan robusta como imperfecta.