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Emmanuel Courcol es un actor, guionista y director, conocido por el título de El triunfo (estrenada en Francia en 2020), Alto el fuego o participando en el guión de Welcome (2009). Película que ganó el Mejor guión en el Festival de Gijón.

Gracias a Caramel Films, contamos con una entrevista que le hicieron para promocionar la película.

¿Cómo surgió EL TRIUNFO?

Hace unos años, Marc Bordure, el productor, me enseñó un documental sobre un director de teatro, Jan Jönson, que había puesto en escena «Esperando a Godot» con los presos en una prisión en Suecia. La obra tuvo tanto éxito que se fueron de gira hasta una impresionante representación final en el Teatro Real de Gotemburgo. Me dijo: «Esta es una historia para ti…» Empecé pensar en una transposición francesa contemporánea. La obra de Beckett parecía un poco aburrida a primera vista así que, ¿por qué no trasladar la acción a otro campo? ¿Música? ¿Canciones? ¿Baile? O por qué no hacerlo con presas…? En cualquier caso, era necesario reinventarlo todo porque el ambiente de las prisiones suecas de los años 80 no tenía nada que ver con las cárceles francesas de hoy en día. Y me di cuenta de que, para escribir sobre este tema, tenía que pensar antes en el reparto y la dirección, imaginando una forma de trabajar para filmar los ensayos dejando cierto espacio a la improvisación… Yo era un simple guionista así que no sabía cómo seguir adelante y, después  de darle muchas vueltas, el proyecto quedó más o menos en suspenso… Marc me dijo: «Tómate tu tiempo, te lo guardaré…»

Lo recuperé en 2016, después de dirigir ALTO EL FUEGO, mi primer largometraje, esta vez como guionista y como director. Había tenido tiempo para pensarlo y sugerí volver al proyecto siendo mucho más fiel a los hechos que lo inspiraron.

¿Qué te gustó de esta historia?

No quiero hacer películas desesperadas, incluso cuando lidian con realidades muy oscuras. Mientras exista un elemento humano, siempre habrá un rayo de esperanza. Marc y Robert Guédiguian se habían unido a nosotros y nos dimos cuenta del gran potencial emocional, cómico y dramático de esta pandilla de prisioneros «a años luz de Beckett», como dice Étienne en la película, pero, en el fondo, mucho más cerca del mundo de «Esperando a Godot» de lo que podría imaginarse.

Es cierto que la obra tiene mucho sentido para los presos. El vacío, la ausencia, la espera, la vacuidad total y la ociosidad conforman su vida diaria y, en la historia real, a los presos les impresionaba mucho este texto universal. Además, es la obra de teatro contemporánea más conocida, cuyo título -mundialmente famoso- resume muy bien la trama. Eso me facilitó mostrar solo algunos fragmentos de la obra durante la película, en los ensayos o en las representaciones, sin perder al público. También me gustó la personalidad de Jan Jönson, a quien conocí. Es un personaje apasionado y obsesivo, al que persigue esta experiencia que cambió su vida por completo. Se hizo amigo de Samuel Beckett y después volvió a representar «Esperando a Godot» en Estados Unidos, en la prisión de San Quintín de California.

¿Aportaste algo de tu pasado como actor al personaje de Étienne?

Por supuesto, mi experiencia como actor así como la de Thierry de Carbonnières que también es actor y antiguo compañero de la Rue Blanche, alimentaba al personaje desde dentro, en sus deseos, esperanzas y frustraciones. ¡De hecho, Thierry, que se ha enfrentado a este tipo de problemas, ha escrito varios libros sobre ellos! Todos nosotros, actores «básicos», como dice Étienne en la película, hemos atravesado periodos estériles y hemos aceptado trabajos solo para pagar el alquiler. Antes de hacerse famoso, el mismo Kad había vivido este tipo de problemas y el personaje le resultó familiar de inmediato.

 

El 20 de enero podrás conocer toda la historia y poder preguntar tú mismo, estés dónde estés, gracias a Proyecto Viridiana.

El triunfo en Proyecto Viridiana